
En menos de 24 horas, el presidente de EEUU, Donald Trump, pasó de la felicitación a la amenaza. Del “has hecho un buen trabajo” al “creo que es una falta de respeto a la OTAN”. Este miércoles, el presidente de EEUU ha vuelto a cargar contra el Ejecutivo español y le ha amenazado con la imposición de nuevos aranceles por no comprometerse a alcanzar el 5% del PIB en Defensa —España insiste en quedarse en el 2%—, una cifra que él impuso y que fue ratificada por el resto de aliados.
Cabe recordar que ese compromiso no es, en cualquier caso, vinculante. Preguntado por los periodistas sobre las continuas discrepancias entre Madrid y Washington sobre este asunto, Trump afirmó que “de hecho, estaba pensando en imponerles un castigo comercial mediante aranceles”.
En los pasillos del Congreso se ha hablado mucho de esta cuestión y desde el Gobierno ha habido diferente intensidad de reacciones. En el PSOE quitan peso al asunto y mantienen que el presidente estadounidense “no puede imponer aranceles a España” sino que tendría que hacerlo al conjunto de la Unión Europea, por el propio funcionamiento del bloque comercial. Asimismo, mantienen que la relación con EEUU “es buena” y continúa igual a pesar de este nuevo roce.
El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, ha recordado que España tiene un gasto militar que en estos momentos está en el 2% del PIB, que es el compromiso que se alcanzó en Gales “cuando este Gobierno encontró el gasto militar en su punto mas bajo de su historia”. “Está fuera de toda duda el compromiso y todo lo que España aporta a la seguridad euroatlántica”.
Más contundentes se han mostrado desde los socios de coalición de Sumar. La vicepresidente segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha avisado que “el gobierno se está preparado para lo que venga” y que los aranceles pueden acabar saliendo “muy caros a los americanos”. La ministra de Trabajo y Seguridad Social ha explicado que en la actualidad, la balanza comercial entre los dos países es deficitaria para España, por lo que si Trump pretende practicar esas políticas “de odio” le rebotaría directamente a los norteamericanos. Concretamente, según los datos proporcionados por la agencia gubernamental ICEX (Exportaciones e Inversiones de España), los intercambios comerciales entre España y Estados Unidos se sitúan en torno a los 43.000 millones euros. En esta relación sale ‘ganando’ EEUU, puesto que es superavitaria en torno a los 10.000 millones.
Bruselas defiende a España
Preguntada por esta cuestión, la Comisión Europa cierra filas ante cualquier amenaza de Trump remitiéndose al acuerdo arancelario alcanzado el pasado 25 de julio. En todo caso, el ejecutivo comunitario que lidera Ursula von der Leyen ha salido en defensa de España y ha advertido que, “como siempre hacemos”, responderán “adecuadamente” si un tercer estado decide imponer aranceles injustificados hacia uno o varios Estados miembros.
Bruselas evita hacer comentarios sobre si realmente sería posible aplicar aranceles a España. “No comentamos escenarios hipotéticos”, es el mantra que repiten los portavoces desde la primera amenaza arancelaria del líder republicano. Una fuente comunitaria comenta a Infobae España que, en teoría, sí sería “posible”, si bien no ha especificado el cómo.
Judith Arnal, economista e investigadora principal del Real Instituto Elcano, ofrece una posible explicación a cómo se materializarían en la práctica. Según indica, al actuar la UE como bloque en política comercial —la Comisión Europea tiene competencias exclusivas para negociar en nombre de los Veintisiete—, Estados Unidos “no puede diferenciar” entre países dentro del arancel común. No obstante, sí que puede responder comercialmente a productos cuyo origen geográfico dentro de la UE sea identificable, por ejemplo, si hay pruebas de dumping o subsidios.