La primera evaluación de la flexibilización sanitaria consigna el ingreso de dos cortes más económicos y de menor calidad. La actividad bajó un 14%, pero en el Gobierno aún no vinculan ese dato con el cambio sanitario. “Es poco tiempo”, advierten.
A dos meses de la flexibilización de la barrera sanitaria, el definitivo impacto en Río Negro de la medida nacional presenta ciertas características, pero en el gobierno provincial advierten que es demasiado pronto para una evaluación cierta.
Se consigna una caída interanual en julio de un 14% de la faena, aunque el secretario de Ganadería, Norberto Tabaré Bassi, no quiere todavía vincular ese registro con el cambio del estatus sanitario. Esa conclusión sería “apresurada” y sumó también a la sequía como elemento para la reducción de la actividad.
Señaló como novedad en la venta minorista -señaló- la aparición de dos nuevos “tipos de asados. Uno de mala calidad, de vaca gorda, y a precio muy bajo, que promedia los 9.000 pesos por kilo. Y otro intermedio, entre los 12.500 y 13.000 pesos, de novillos de 500 kilos, pero cargados de grasa”. El otro es el que se produce en la región, que es de animales de menos de 400 kilos y sus precios rondan los 17.000 pesos”.
El funcionario comentó que esta “segmentación” no existía porque “el único asado disponible era el que se producía en la región. Los cortes más baratos son productos que antes no ingresaban y de animales más pesados”.
Aquellos cortes locales rondaban los 20.000 pesos, pero Bassi ubica ese valor en los principios del año porque “existía baja oferta de animales y, luego, frente a la caída de la demanda, el valor se estabilizó -aproximadamente- en los 17.000 pesos”.
En su evaluación, el secretario insistió en que “dos meses es poco tiempo” para evaluar el impacto en los “procesos productivos ganaderos que son lentos”.
Resaltó que “en julio cayó el nivel de faena en la Patagonia un 14%” en relación a igual mes del año pasado, pero aclaró que ese registro “no se puede explicar todavía por la flexibilización de la barrera sanitaria”. “Sería una primera interpretación”, pero aún es una conclusión “arriesgada”.
En cambio, explicó más esa disminución a “procesos de sequía”, a partir de “menos producción de ternero a nivel patagónico”. “La gran preocupación -agregó- es que los terneros se envíen al Norte y se continúen engordando en nuestra región. Pero, se evaluará con el tiempo”.
nota realzada : Por Adrian Pecollo
