
Desde el Banco de Alimentos de Buenos Aires trabajamos para garantizar que los 1.280 comedores y merenderos con los que trabajamos en red tengan acceso a una dieta saludable, y cada día con un mayor valor nutricional. En el 2024, el Banco llegó a más de 360.000 personas y entregó 6.500.000 Kg de alimentos.
En 2024 realizamos una encuesta que reveló que solo el 37% de las instituciones con las que colaboramos utilizaba legumbres más de una vez por semana, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud recomienda consumirlas entre dos y cuatro veces.
Sabemos que actualmente Argentina produce 1 millón de toneladas de legumbres, de las cuales solo se consumen 40 mil y el resto se exporta. Las legumbres aportan proteínas de calidad, hierro, fibra y otros nutrientes esenciales y constituye una opción accesible y económica. Sin embargo, uno de los principales obstáculos para incorporarla a las dietas es el desconocimiento sobre su preparación. Por eso, el Programa no se limita a la entrega de alimentos, también incluye materiales didácticos, recetas, talleres prácticos y seguimiento técnico a las organizaciones.
Acceder a una buena alimentación es especialmente importante en la infancia, ya que un déficit en la nutrición en momentos críticos del crecimiento trae consecuencias de por vida.
Un estudio presentado en el Congreso Argentino de Nutrición advierte que casi 26 millones de personas en Argentina (60% de la población) presentan sobrepeso u obesidad, y la mayoría también malnutrición.
En este sentido, también implementamos el Programa Desayunos Saludables, que durante 2024 distribuyó 1.657.730 desayunos, alcanzando a 12.635 chicas y chicos que concurren a organizaciones sociales del AMBA.
Este programa incluye cursos de educación alimentaria para madres, padres y referentes de las organizaciones sociales.
Uno de nuestros lemas es: “Trabajar para reducir el hambre, mejorar la nutrición y evitar el desperdicio de alimentos”.
Si tan solo recuperáramos un cuarto de los alimentos que se desperdician, podríamos alimentar a toda la población que sufre hambre. Trabajar en ello, es, sin duda, una asignatura pendiente que nos atraviesa a todos como sociedad.