La defensa pública de la pareja de imputados rechazó los argumentos de la fiscalía sobre la compra de un terreno en Plottier y la instalación de un centro de estética en Centenario. Atribuyó las decisiones a Soiza «y a quienes estaban por encima».
Néstor Pablo Sánz, exdirector de Fiscalización de la dirección de Planes Sociales, «cumplía órdenes» y «no se enriqueció con dinero público». La acusación contra Isabel Natalia Montoya «está basada en chusmeríos» y la llevaron a juicio «solamente porque es su pareja». Así lo afirmó en su alegato la defensora pública de Circunscripción, Laura Giuliani, en una nueva audiencia del juicio por la estafa cometida en Neuquén.
Al igual que la defensa de Marcos Osuna, cargó toda la responsabilidad de la estafa sobre los hombros de Ricardo Soiza, pero con un matiz: en varios momentos recordó que por encima del exdirector de Planes Sociales estaba Luciano Palma.
Lo extraño es que Soiza declaró la semana pasada que no sabía que era Luciano Palma quien debía firmar en su lugar. Habrá que ver qué dice este miércoles en el alegato su abogado, Alfredo Cury, quien juega un doble rol porque además está imputado por recibir cheques… de Soiza.
Así, mientras intenta salvar a su cliente, deberá salvarse a sí mismo.
«No están todos los que deberían estar»
La defensora Giuliani se quejó este martes en su alegato porque «al juicio no vinieron todos los que tendrían que haber venido. Por ejemplo no trajeron a ningún puntero político de esos que iban a la dirección de Planes Sociales, eran violentos, ejercían presión, como describieron los testigos».
Por otra parte recordó la famosa declaración de Sánz del 1 de noviembre del 2023 en la que «aportó mucha información que la fiscalía congeló», porque «eligió a quién investigar y a quién no».
Giuliani recordó que la parte acusadora «dijo que iba a probar hechos de corrupción y que el dinero se usó para fines políticos y personales. Nosotros consideramos que no se probó que Sánz era jefe, ni que hubo una asociación ilícita, ni que usó el dinero para beneficio personal».
A las órdenes de Soiza
En ese sentido, afirmó que «cumplía tareas operativas, del cuarto nivel jerárquico, no de jefe: retiraba dinero de los cajeros y cobraba cheques. Cumplía órdenes de Soiza, que era su superior, y arriba de Soiza estaba Luciano Palma».
Lo diferenció incluso de Marcos Osuna: «No retiró celulares previo a los allanamientos», como hizo su excompañero de trabajo junto con el abogado Cury.
La tarjeta de crédito
Respecto de su situación patrimonial, la abogada remarcó que «vive en un departamento que le presta el papá, es asistido por la defensa pública, pidió salidas laborales para atender su situación económica y familiar. Me cuesta ver que se haya enriquecido».
En su tarjeta de crédito «había compras por 732.960 pesos entre abril del 2020 y noviembre del 2022. Es una cifra baja frente a una cifra de 1.100 millones» que es el total de la defraudación a valores actualizados. El valor histórico son 153 millones.
La camioneta y el terreno
Agregó que «la fiscalía le atribuye recibos informales, secuestrados en una vivienda en la que no vivía. La camioneta la compró en 2022 a través de un crédito prendario en un banco. Se le atribuyó la compra de un lote a través de Isabel Montoya que está sin escriturar y fue adquirido cuando no estaban en pareja«.
Lamentó que no se haya aceptado como testigo a la anterior pareja de Montoya, quien «nos iba a contar de dónde surgieron los fondos para el terreno». Tampoco se citó al vendedor.
«Se habló de recaudar dinero con fines políticos y fines personales. Los acusadores dicen que el dinero fue a un partido político. Yo me pregunto si Sánz es el dueño del partido político o es el último eslabón de la cadena», argumentó la abogada.
Pidió que lo absuelvan de la imputación de jefe de una asociación ilícita, y lo declaren responsable de administración fraudulenta y uso indebido de tarjeta de débito.
